Announcement: 10 enero 1973. Tornado en San Justo Santa Fe.
oscar | Announcement10 enero 1973. San Justo – Santa Fe – Argentina .1415 h.
La peor de las tormentas.
Hace exactamente 47 años en nuestra provincia, un TORNADO F5, destruía la ciudad de San Justo. Luego de una mañana sofocante con sensaciones térmicas que superaron los 55°C y un Punto de Rocío que superó los 28°C. al mediodía, hacia las 13 h grandes nubarrones comenzaron a avanzar desde el sector NOROESTE. Una comunidad casi rural se aprestaba a una siesta para intentar tomar un respiro ante las condiciones de un ambiente irrespirable. Muchos nunca más despertaron, la terrible furia del viento se cobró 63 vidas en 7 minutos. Posteriormente veinte personas murieron por las heridas recibidas. Más de 80 personas fallecidas como consecuencia del peor tornado ocurrido fuera de EE.UU. La fuerza del viento superó los 500 Km/h. Comprobado esto por el mismo Fujita, creador de la escala que mide la intensidad de estos meteoros, que viajó especialmente a estudiar los daños ocasionados por el viento.
Son inenarrables los efectos, hasta terroríficos, de semejante evento, pero los registros cuentan que el tornado succionó casi toda el agua de una laguna cercana.
Según los testigos, la tierra temblaba como si un avión a reacción estuviera aterrizando sobre las viviendas.
El tornado cambió de color: comenzó con una coloración violácea, para después en plena acción devastadora se tornó rojizo (debido al contenido de polvo de ladrillo de los escombros de las casas que iba destruyendo).
Un automóvil que se encontraba estacionado frente a un hotel apareció convertido en chatarra sin motor a 300 m, otros vehículos por la presión del viento se encontraron totalmente destruidos e irreconocibles.
Un remolque con piso metálico fue sepultado en una zanja de dos metros de profundidad.
Un carro para reparto de soda, fue arrojado 300 m de donde se encontraba, golpeó contra una casa de dos plantas. El caballo que lo remolcaba quedó vivo, sobre la copa destrozada de un eucalipto.
Según testigos, varios camiones con acoplado giraron enloquecidamente en el suelo. Uno de ellos, después de esquivar varias casas, cayó en el fondo de una huerta.
En una concesionaria de tractores y máquinas agrícolas, los tractores «cero kilómetro» (o sea, nuevos) fueron encontrados en un bosque a 500 m del negocio. Estaban irreconocibles, algunos sin ruedas, sin motor, etc.
Algunas casas desaparecieron por completo, mientras que en sus vecinas sólo se volaron los techos y se rompieron las ventanas.
En las inmediaciones de las vías del ferrocarril se encontraba un tambo: el tornado levantó a todas las vacas a más de 30 m de altura para luego aplastarlas contra el suelo.
Un vecino industrial de San Justo, que perdió gran parte de su casa, estimó que la cantidad de muertos fue escasa en relación a la acción devastadora del tornado.
Una familia formoseña (el padre, la madre y tres hijos) habían pasado las fiestas navideñas en Buenos Aires, donde se encontraban sus familiares. Regresaban por la ruta 11 rumbo a Formosa en un automóvil Falcon color amarillo. Al llegar al paso a nivel del ferrocarril Belgrano se asustaron al advertir la fuerza de la tormenta. El automóvil casi no avanzaba. El padre les dijo a la madre y a los hijos que cerraran los vidrios de las ventanillas mientras trataba de estacionar en la cuneta. «Vamos a esperar a que pase la tormenta», dijo el hombre. En ese momento estallaron los cristales, y el automóvil comenzó a volar alocadamente, mientras se arrancaban las puertas. La mujer se desmayó. Cuando se recuperó estaba acostada en el suelo con heridas leves en medio de un barrio de San Justo lleno de escombros de casas destruidas.
El tornado levantó por el aire a cuatro personas que caminaban por la ruta 11, y las arrojó a un bosque de eucaliptos a 600 m, donde fueron recogidas dos días después. Los cadáveres estaban irreconocibles, sin ropas, en la copa de los árboles.
Testimonios que hablan de un temible fenómeno que la mayoría de los habitantes de esta región no ha tenido, ni tiene en cuenta. No debe haber un funcionario que sepa que estamos en la 2da zona tornádica del mundo, denominada «Pasillo de los tornados».
A 47 años de la peor tormenta sufrida no existe protocolo alguna de protección. Casi nadie sabe qué hacer ante la probabilidad de ocurrencia de un tornado. Las escuelas, hospitales, dependencias públicas en general, no cuentan con protección alguna, ni tan siquiera en papeles. Como Director del Grupo Caza Tormentas del Sur, hace 14 años que insisto en preparar a nuestras poblaciones para DESASTRES. Me tildan de exagerado, alarmista. Tal vez sólo no sea tan necio para pensar que si algo tan tremendo ocurrió, es mejor tomar precauciones, hasta por las dudas, y no lamentarme por no haber hecho nada. Oscar Monjelat – Director Grupo Caza Tormentas del Sur.